Viajamos a 1998. Tú colega, con 18 años recién cumplidos, es el único de todos los que os juntáis que ha cumplido lo de "yo con 17 me apunto a la teórica y con 18 me saco la práctica". Te subes en su coche, un Citröen Saxo de segundísima mano, y sois los amos de la ciudad. Pero eso, hay que vestirlo con las ventanillas bajadas y música a todo trapo. Tú mismo, sin licencia previa de tu colega, empiezas a rebuscar en la guantera una cinta "que lo pete" para ponerla en el cassette del Súper Saxo. Toqueteas dos o tres, pero ninguna te convence. Hay una de "cantaditas de máquina" y otra que pone "varios", en la que puede entrar desde John Secada a Black Sabbath. De repente, ves un cassette original, algo no común en aquella época. Sí, es una cinta de Camela. Entre una mezcla de asombro y excitación, corres a burlarte de tu colega: "Pero tío, ¿qué haces con una cinta de Camela?", le dices entre risas. Tu amigo, tembloroso y a punto de perder toda la grandeza que le daba ser el primero en aprobar el psicotécnico: el test de cuarenta preguntas y el tenso examen práctico por la ciudad, contesta firmemente: "Ah, esa cinta. Eso es de mi hermana", asegura todo serio. Sí, porque a pesar de que a los dos os flipaba esa cinta, os la sabíais de pe a pa y preferíais escucharla antes que el disco negro de Metallica, os daba cosica admitirlo. Por eso, desde Mensajeta, queremos quitaros esa espina. Nosotros también tuvimos esas cintas, y ahora, orgullos@s, admitimos que nos emocionábamos en soledad con estos temazos. Así que, tu Mensajeta es la del Expositor de cintas. Ese expositor que encontrabas en el área de descanso de la autopista, en el bar de tu barrio y en las gasolineras. La variedad era brutal, ni los 40 principales, oye. Encontrabas una cinta de Europe, de Luz Casal o del Currupipi Mix. Ahí también estaba la de Camela. Hablamos del expositor de cintas de música, no confundir con el de películas, que si en cassette era variedad, en cintas de vídeo ya era brutal. Estaba la película de Bambi y la de La Sirenita y a un palmo, Rocco desvirgando Hungría. Era el único lugar donde podías encontrar Blancanieves en versión Disney y en versión X. A lo que íbamos, tu mensajeta es la del Expositor de cintas. Dime que sientes lo mismo que yo.